lunes, 10 de noviembre de 2008

CANCION

QUE COMUNICAN LAS PROFECIAS






"Toda la historia proclama, de un modo u otro, que hay un Dios el cual por su divina providencia gobierna los diversos y perpetuos momentos de los asuntos humanos" (Papa León XIII).

Muchos cristianos creen que Dios hizo el universo cómo un gigantesco reloj, y lo ha dejado solo para que siga su curso predeterminado. En este caso, Dios sería un propietario ausente, y procurar comunicarse con él en oración sería un acto inútil. La oración, en una situación como esta, sólo podría darle al que la practica un sentimiento de comodidad o seguridad, como sucede en el caso del que silba en la oscuridad con el fin de calmar sus temores y darse ánimo.

La Biblia no revela esa clase de Dios. Por el contrario, enseña que Dios siempre se ha mantenido en contacto con la raza humana, y nos ha dado la revelación suprema de si mismo en Jesús de Nazaret. Lejos de haber descuidado la raza humana. Dios siempre ha procurado guiarla y amonestarla, y ha hecho provisión para la salvación eterna del hombre.

Dios ha usado muchas maneras de comunicarse con sus hijos. Ocasionalmente ha hablado directamente, en lo que llamamos una teofanía. A veces ha aparecido en sueños y visiones para propósitos. Pero mayormente se ha expresado a través de los profetas, hombres y mujeres a quienes ha llamado con un propósito específico para dar cierto mensaje especial.

En este libro estudiaremos acerca de uno de los mayores profetas, Daniel. Se diferencia de la mayoría de los otros por haber sido más bien un hombre de estado que un predicador. Sin embargo, en su dedicación a su tarea, se acercó a Dios, y el Señor le concedió conocimientos importantes para él y sus contemporáneos, los cuales han sido registrados para beneficio de las generaciones futuras. Si bien algunos estudiosos han dudado de la autenticidad de Daniel, y de la validez de sus profecías, otros aceptan la historicidad del libro de Daniel y aceptan su lugar en la Biblia. Este libro ha sido escrito desde este último punto de vista.

Antes de proceder con nuestro estudio, será útil que nos preguntemos qué es la profecía, cuáles son sus propósitos y cómo podemos distinguir las verdaderas profecías de las que son falsas.

¿Qué es la profecía?
Muchas personas consideran que la profecía consiste en predicciones. Por eso el New World Dictionary (Diccionario del Nuevo Mundo) de Webster, define el término "profecía" como "predicción del futuro bajo la influencia de la conducción divina". Sin embargo, el diccionario agrega: "Acto o práctica de un profeta, ya sea hablado, representado o escrito. Por otra parte, debe haberse originado en una fuente divina.
Por estas razones, sabemos que la profecía es muy diferente del acto de mirar en una bola de cristal con el fin de satisfacer una curiosidad ociosa respecto al futuro. No tiene nada en común con la magia, la astrología o la brujería. No es de manufactura humana; por el contrario, se origina en la iniciativa divina, cuando Dios condesciende a comunicarse con el hombre.

Desde luego, no negamos que hay falsos profetas y falsas profecías. En ciertas ocasiones ha habido mayor cantidad de profetas falsos que de verdaderos (1 Juan 4:1). Jesús amonestó a sus discípulos acerca de los falsos profetas que vendrían vestidos de ovejas pero que en realidad serían lobos rapaces (Mat. 7:15). Tales profetas existirían hasta el fin del mundo (Mat. 24:11). Por lo tanto, es importante que sepamos distinguir lo falso de lo verdadero.

El verdadero profeta nunca contradice lo que ya ha sido revelado en la Escritura (1 Juan 4:2). El falso profeta procura añadirle a la revelación divina, o quitarle (Apoc. 22:18,19). Además, si un profeta predice un suceso que no se cumple, es evidente que Dios no ha hablado por él, a menos que la profecía sea condicional. A menudo Dios ha advertido qué sucederá si los individuos o las naciones no modifican su conducta. Pero cuando se arrepienten y enderezan sus caminos, entonces Dios también altera la predicción y la ajusta a las nuevas condiciones, como en el caso de Jonás.

ANTIGUAS PROFECIAS


ANTIGUAS PROFECIAS



















jueves, 30 de octubre de 2008

la reencarnacion del espiritu




la reencarnacion del espiritu !!









No basta a vuestro espíritu una sola materia en su existencia eterna, como tampoco es suficiente para vuestro cuerpo un solo vestido durante su vida en este mundo.
En diferentes etapas habéis conocido la riqueza y la pobreza, la salud y todas las enfermedades que afligen a la Humanidad. Conocéis el egoísmo, la soberbia, la iniquidad y la falta de caridad y también el perdón y el amor, la nobleza y la generosidad.
El misterio de la resurrección de la carne lo ha esclarecido la revelación de la reencarnación del espíritu. Hoy sabéis que la finalidad de esta ley de amor y de justicia es la de que el espíritu se perfeccione, de que no se pierda jamás, porque siempre encontrará una puerta abierta como oportunidad que le da el Padre para su salvación.
Mi juicio en cada espíritu, por medio de esta ley, es perfecto e inexorable.





La mayoría de las religiones occidentales -especialmente las judeocristianas- rechazan el concepto de la reencarnación del espíritu e incluso algunas lo consideran como herejía, aun cuando no existen un solo testimonio bíblico que refute o niegue la reencarnación.
De cualquier manera, algunos teólogos de esas religiones insisten en que un párrafo de la Epístola a los Hebreos "prueba" de que no existe la reencarnación debido a que simplemente dicho, el hombre puede morir una sola vez.(ver nota acerca de
Hebreos 9:27) y también ¿Se equivocó Pablo?).
Pero más allá de cualquier debate teológico, existe una enorme cantidad de testimonios acerca de la reencarnación que han estado brotando en todas partes del mundo, y su número crece cada día. Y estos hechos, no pudieron permanecer ignorados por más tiempo por la ciencia humana, ni tampoco pueden ser descartados tan fácilmente.

La Reencarnación del espiritu

El legado Maya.




El legado Maya.

























miércoles, 29 de octubre de 2008

El fin del mundo: 10 amenazas que podrían destruir la humanidad, según la ciencia








EL FIN DEL MUNDO : 10 amenazas que podrían destruir la humanidad, según la ciencia


Cambios climáticos, epidemias, terrorismo, pandemias, meteoritos... algunos son más probables, otros menos, pero la posibilidad está ahí y es real. Diez científicos analizan estos riesgos.
Los humanos estamos bastante satisfechos por nuestros avances tecnológicos en los últimos siglos, e incluso por algunos avances sociales. Sin embargo, hay al menos diez amenazas que podrían hacer desaparecer a la humanidad de la faz de la Tierra en un suspiro, en pocos días o en unos meses. No lo dice un predicador loco: lo dicen diez científicos preguntados por la periodista Kate Ravolious para THE GUARDIAN. Más o menos probables, estas diez formas de extinguirse nuestra especie son, sin duda alguna, posibles. Y podría suceder en los próximos años.


1. CambIO CLIMATICO :

io climáticoNick Brooks, investigador del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la Universidad de East Anglia:

“A finales de este siglo es posible que los gases invernadero se hayan doblado y que la temperatura global haya aumentado al menos 2 grados. Esto es más calor de lo que la Tierra haya experimentado ene l último millón y medio de años. En el peor caso podría alterar el clima en muchas regiones del mundo. Podría llevar a una inseguridad alimenticia global y al colapso masivo de sistemas sociales existentes, causando migraciones y conflictos por los recursos a medida que partes del mundo se hacen inhabitables. No creo que signifique el fin de los humanos, pero tendría un potencial devastador”.



Es decir, una variante de lo que hemos visto en la película El día de mañana, incluyendo los millones de norteamericanos emigrando a México...


Posibilidad de que la temperatura mundial aumente 2 grados en los próximos 70 años: ALTA.

2. Erosión de los telómeros

Reinhard Stindl, doctor en medicina de la Universidad de Viena:

“En la punta de los cromosomas de cualquier animal hay unos tapones protectores llamados telómeros. Sin ellos, nuestros cromosomas se volverían inestables. Cada vez que una célula se divide casi nunca copia completamente los telómeros, así que durante nuestra vida nuestros telómeros se acortan y acortan a medida que nuestras células se multiplican. A la larga, cuando quedan muy cortos, empezamos a ver enfermedades relacionadas con la edad: cáncer, Alzheimer, ataques del corazón, infartos...”

“Sin embargo, los telómeros no sólo se acortan por el paso del tiempo. Mi teoría es que hay una diminuta pérdida de la longitud del telómero de una generación a otra, igual que sucede con el envejecimiento en el individuo. Durante miles de generaciones los telómeros se irán erosionando hasta niveles críticos. Entonces podríamos esperar irrupciones de enfermedades del envejecimiento en etapas jóvenes de nuestra vida, y finalmente una quiebra poblacional. La erosión de los telómeros podría explicar la desaparición de especies que aparentemente tenían éxito, como el Hombre de Neardental, sin necesidad de factores externos como el cambio climático”.

Si esto fuese así, significaría que en nuestros cromosomas, desgastados de generación en generación, ya tenemos una fecha de caducidad como especie.


Posibilidad de una quiebra poblacional por erosión de los telómeros en los próximos 70 años: BAJA.

3. Pandemia viral

Lo explica la viróloga María Zambón del Health Protection Agency’s Influenza Laboratory, es decir, el laboratorio de investigación de la gripe de la sanidad británica:

“Durante el último siglo hemos tenido 4 grandes epidemias de gripe, además del SIDA y el SARS –el síndrome respiratorio severo agudo, que ha extendido el uso de mascarillas en China y Asia-. Las pandemias masivas asolan el mundo cada siglo y es inevitable que al menos una ocurra en el futuro. En estos momentos la preocupación más seria es el virus de la gripe aviar H5 en los pollos del sureste asiático. Si este virus aprendiese a transmitirse de humano a humano podría extenderse rápidamente por todo el mundo. La gripe de 1918 causó 20 millones de muertes en sólo un año, más de las que causó la Primera Guerra Mundial. Un brote similar hoy podría tener un impacto más devastador”.